" Y, después de todo, el tiempo era ideal. Si lo hubieran hecho de encargo no habría resultado un día más perfecto para la fiesta en el jardín. Sin viento, cálido, el cielo sin una nube. Como pasa al principio del verano, una neblina de oro pálido velaba, apenas el azul. El jardinero estaba en pie desde el alba, segando el prado y barriéndolo, hasta que el césped y los rosetones chatos y oscuros donde habían estado las margaritas parecieran brillar. En cuanto a las rosas, no se podía negar que habían comprendido que las rosas son las únicas flores que impresionan a la gente en una fiesta en el jardín, las únicas flores que a todos interesan. Cientos, cientos. literalmente, habían abierto en la noche; las zarzas verdes estaban inclinadas como si los arcángeles las hubieran visitado. "
El Racó d'Ademús
Fa 5 setmanes
1 caminants:
Oh, és preciós! I després de tot, la literatura de la Mansfield ha nascut amb el sol primer.
Estic encantada quan em tornen a recordar fragments com aquests.
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